¿Alguna vez te has preguntado por las tantas cantidades de fontanería que están en el interior de tu cuerpo…?

El conjunto de vías y tubos del interior del cuerpo humano cuenta con miles de nudos, tendones, nervios y conductos distintos donde circula la sangre, los nutrientes, la orina, los residuos de la digestión e incluso la salida del aire contaminado convertido en monóxido de carbono.

¿Sabes cuánto miden sólo los vasos sanguíneos en nuestro cuerpo?
Casi ocho mil kilómetros de largo que equivalen a más de la distancia que hay entre Barcelona y la capital rusa, Moscú; son vías y tubos mucho más flexibles que los neumáticos, más resistentes que el hierro, duran más tiempo que el acero y, para que la circulación sea en un solo sentido, en su interior hay válvulas que no permiten el retorno de fluido.

Este extraordinario sistema riega a otros miembros del cuerpo cuyo papel es también esencial:
– El aparato respiratorio. Está compuesto por vías de aire que empiezan desde la nariz y la boca y trascurren por la garganta, el esófago, la tráquea hasta los primeros tejidos que se transforman, a su vez, en más y luego se dividen en los pulmones que contienen algo más de un millón de venas pulmonares que se alimentan del oxígeno.
– El sistema urinario. Está formado por vías tan sofisticadas donde se lleva la orina desde los riñones filtrando previamente todas las sustancias indeseadas en la sangre y produciendo la orina para excretarla a través de la vejiga y el uréter.
– La vesícula biliar. De ella sale el conducto biliar y el conducto pancreático que irrigan la bilis tan necesaria para la digestión de alimentos grasos.
– El sistema linfático. Compuesto por grupos de ganglios linfáticos y su papel clave en sistema inmunitario.
– El tubo digestivo. Que parte desde el intestino grueso, el colón ascendente, el colón transverso, el colón descendente, el recto y el ano.
– Las vías alimenticias. Por ellas viaja el alimento desde la boca, el esófago, el estómago, el duodeno y el intestino delgado. Todas estas vías vitales pasan justo al lado de las otras de residuos, ambas están bien separadas y súper protegidas por unas enormes redes de células sanguíneas y nervios. Un gran ejército que defendería, resistiría y acabaría con cualquier microbio que se encuentre o se equivoque de camino dentro el cuerpo. Esta gran cantidad de conductos son tan sofisticados que duran muchos años sin estropearse y si padece algún miembro del cuerpo, son capaces de recuperarse y volver a la normalidad por sí mismos o con la ayuda de ciertos cuidados.
– Las glándulas sudoríparas. A través de las vías del sudor y sus billones de salidas llevan el sudor atravesando las tres capas de la piel. Con esto se consigue hacerla más blanda y refrescarla con dicho sudor.
– El aparato lagrimal. Las diminutas vías lagrimales del interior de la pupila continuamente limpian y dan brillo a los ojos. Esta imprescindible operación es la responsable de producir los líquidos que dan continuamente el brillo magnífico a los ojos.

Escritor: Dr. Mostafa Mahmod.