El Islam y La Sociedad
El objetivo del Islam es que la humanidad alcance la madurez moral, la felicidad y la tranquilidad, tanto en este mundo como en el cielo. El versículo que dice »Alá creó la muerte y la vida para examinar vuestras actitudes», muestra que el Islam se enfoca en madurar moralmente la humanidad. Otro de los fines es que la persona utilice su inteligencia, deseos y conciencia para salir a la vida consciente de la responsabilidad de convivir pacíficamente con el resto de seres vivos, con la naturaleza y con Dios.
En paralelo, garantiza que la humanidad tenga una vida adecuada al objetivo de su creencia y alejada de la esclavitud de una vida efímera y de sus pasiones. Para que la persona alcance la excelencia espiritual necesita ser capaz de mostrar el método para acceder a lo bueno, diferenciar lo beneficioso de lo que no lo es y conocer las órdenes y las gracias de Dios. El Islam asegura la paz interior de la persona al darle respuesta cuando esta se pregunta de dónde viene, dónde acabará y cuál es el motivo de su creencia. Todo ello con el enfoque de garantizar que la persona alcance la posición más sublime, tanto en esta vida como en la postrera.
El Islam pretende enseñar el uso del intelecto y la conciencia para cumplir todos los requisitos de su carácter. Alá en este asunto dice: »Que gires la cara directamente a Dios. Él creó las personas con este carácter. No hay algo que tome el lugar de Dios. Es la creencia más concreta pero la mayoría de las personas no lo sabe». El Islam es para las personas que utilizan el intelecto, poniendo en valor las actitudes llevadas a cabo en libertad y consideración.
El Islam es una creencia universal y fue enviada a todas las naciones. Por ello corresponde con toda la humanidad inteligente y consciente en todos los tiempos. Valora el individuo y forma una sociedad ejemplar compuesta de personas ejemplares, maduradas con virtudes. Los actos de los individuos virtuosos aseguran la evolución buena y la salvación de la sociedad.
De esta manera, el Islam desea formar una sociedad compuesta de personas de buen carácter que puedan utilizar su talento, inteligencia y valores universales adecuados a la creencia y con una responsabilidad con toda la humanidad. Su consejo para la sociedad y, en especial, para las familias es se relacionen en base al cariño, el respeto, la fraternidad, la tolerancia, la bondad, la ayuda, la justicia, la paciencia, la fidelidad y la confianza.
Esta sociedad se compone de personas que aprovechan una reunión y son capaces de querer o ayudar sólo por la causa de Dios. Este profundo afecto no está motivado por lo efímero, como lo son las propiedades o los lazos familiares, asegurando así el abandono de la vileza. Según la afirmación de nuestro profeta, la paz sea con él: “aquellos que quieren solo por la causa de Dios, son los que probarán el amor real.
En una sociedad así, predomina un ambiente de sonrisas, obras caritativas y moral sublime. Se asegura un ambiente de seguridad y misericordia entre personas como la base principal que rige la convivencia. Y no queda lugar para las torturas, insultos o insensibilidades.
La forma de vida de la sociedad musulmana está construida sobre el altruismo y el sacrificio y todas las personas se consideran iguales. En la aplicación de la ley no influyen las diferencias de estatus, lengua, sexo o posición. Un símil de esta sociedad lo podemos encontrar en los órganos que forman el cuerpo o un edificio unificado.
En la sociedad prevista por el Islam existe una competición sana para que las personas cuiden el medioambiente y eliminen todo aquello que perjudica a la naturaleza y al resto de criaturas. Esta sociedad pide la gratitud de Alá por encima de cualquier deseo, se aleja de las pasiones y representa la vía recta. Unos principios morales que serán ejemplo para toda la humanidad. En esta sociedad fueron protegidas la vida, las generaciones, las propiedades y la inteligencia. Dios, sobre este tema, dice: “Qué haya una sociedad que convoca para la moralidad y la bondad a fin de alejarse de las maldades”.