El tawakkul como base para llevar una vida equilibrada y armoniosa 

(Parte 1/2)

Con el nombre de Allah, el misericordioso, el compasivo.

Son muchas las ocasiones en las que escuchamos hablar de tawakkul, especialmente en los momentos difíciles o a la hora de tomar decisiones importantes, pero pocas son las ocasiones que tenemos la oportunidad de reflexionar sobre el significado profundo de este concepto.

Sabemos que Tawakkul significa confianza plena en algo o alguien, en este caso en Allah, pero, ¿Qué implica esta confianza? ¿Cómo saber que estamos aplicando correctamente  el tawakkul en nuestras vidas? ¿Tiene grados el tawakkul?  ¿Y cómo podemos aprovechar este Ramadán para desarrollar nuestro Tawakkul? A estas preguntas daremos respuesta en este artículo. 

El Tawakkul como concepto 

El tawakkul tiene su base en el Tawhid (unicidad de Allah). Es uno de los términos  que más fuerza tiene y, a la vez, más sinceridad. Es la sunna de los profetas y es la herramienta  más poderosa que tiene el o la  creyente. Así dice el altísimo en el Corán: “¿Y cómo podríamos no poner nuestra confianza en Allah si es Él quien nos ha mostrado el camino que debemos seguir? ¡Así pues, ciertamente, soportaremos con paciencia cualquier daño que nos hagáis: pues, ¡todos los que confían [en Su existencia] deben poner su confianza [solo] en Dios!” (Corán 14: 12).

La confianza plena en Allah no es algo fácil de desarrollar, de hecho, producto de la errónea aplicación del tawakkul podemos observar hoy día dos extremos de pensamiento sobre el tawakkul que se alejan bastante de su significado real:

  • El primero es el discurso que afirma  que la confianza debe ser en uno mismo, sin ponerse limitaciones, y que si nos esforzamos lo suficiente lo logramos seguro. Este es un discurso basado en la autoayuda que en ocasiones puede servir, no obstante es un planteamiento simple de la realidad que obvia algunos aspectos más complejos. 
  • El otro  discurso es totalmente opuesto; es aquel que dice que debes confiar completamente en dios sin hacer nada, siendo pasivo, sin actuar, cuando Allah glorificado sea nos ha dado las herramientas para ello. Las personas que adoptan esta actitud ante las adversidades de la  vida utilizan la confianza en dios como excusa para no esforzarse.

Desde la perspectiva islámica la actitud más correcta es la intermedia, puesto que es la más equilibrada y armoniosa, es decir, una persona debe tomar primero las  medidas y precauciones necesarias, y una vez ha  hecho esto, entonces debe confiar  en Allah. En un famoso Hadiz (dicho del profeta), “un hombre va al profeta tras entrar en la mezquita y le pregunta: “¿Tengo que atar mi camella antes de entrar o confiar en Allah?”. El Profeta, que la paz y las bendiciones de Allah sean con él, le responde: “átala y confía en Allah” (Tirmidhi). En esta respuesta del profeta ﷺ vemos claramente que, una vez más, el Islam nos induce a adoptar una actitud equilibrada e intermedia, puesto que en ella se invita al o la creyente a actuar primero y luego depositar su confianza en Allah dejando el asunto en sus manos glorificado sea. 

El Islam pues, nos invita a la acción y al esfuerzo, ya que  Allah nos ha creado  Dándonos  la mejor complexión (Corán 95: 4) y es nuestra responsabilidad sacarle el máximo provecho a este potencial que Allah nos ha dado. Igualmente, al mismo tiempo nos recuerda que hay muchas cosas de nuestro propio organismo o del universo de las que no tenemos ningún control, como los átomos que forman nuestro cuerpo, todas las conexiones de nuestro cerebro, las leyes que operan en la naturaleza, las sustancias químicas que libera nuestro cuerpo ante cada emoción… Esto significa que en todo cuanto emprendemos hay una parte que podemos hacer nosotros, que podemos planear y esforzarnos por que salga bien, pero hay otra que queda fuera de nuestro control. 

El tawakkul para el o la creyente es protección, aunque su camino es duro, puesto que implica exponerse ante lo real sean cual sean las consecuencias, incluso a veces podemos estar ante el abismo, pero igualmente  nos sometemos a la voluntad de Allah.

Khadija Ftah